El Plan Financiero es un documento esencial donde apoyar la estrategia de la empresa. Ya sea para proyectos de emprendimiento, proyectos de inversión o para procesos de consolidación. Lo que está claro es que se debe apoyar en la estrategia a medio-largo plazo de la empresa. Para mí, el Plan Financiero es la herramienta para proyectar la realidad de la empresa en términos de rentabilidad y solvencia.

Un Plan Financiero debe estar proyecto entre tres y cinco años. Debe ser nuestra hoja de ruta para alcanzar los objetivos que nos hemos establecido. Entre los objetivos podemos tener desde retribuir al accionista, consolidación de la empresa, o incluso la venta trascurridos unos años.

¿Cuándo se hace un Plan Financiero?

La respuesta es depende. Concretamente y para casos de emprendimiento,  hace algunos años el Plan Financiero era el segundo paso a la hora de establecer la estrategia. Después de la propia Idea de negocio. A continuación se elaboraba el producto o servicio y se lanzaba al mercado.

La llegada de la metodología Lean Startup , ha puesto de manifiesto el concepto de producto mínimo viable. Esto obliga a validar el producto o servicio en el mercado antes de realizar el Plan Financiero.

En cualquier caso, y de manera independiente al cliente, tamaño, sector, o fase de vida en la que se encuentre la empresa, la elaboración de un Plan Financiero nos puede ahorrar muchos dolores de cabeza.

Saber qué inversiones debemos acometer, cual es la estructura financiera optima,  cómo vamos a cobrar a nuestros clientes, cual es nuestro nivel óptimo de existencias, cuanto debo vender para alcanzar mis objetivos de beneficio, etc.., son preguntas al que el Plan Financiero debe dar respuestas.

Vamos a ver de manera resumida las 5 partes que debe tener nuestro Plan Financiero:

Las 5 partes del Plan Financiero

Primera parte: El Modelo de Negocio

El modelo de Negocio es aquello sobre lo que pivota nuestra idea que queremos trasladar al Mercado. Tambien puede ser la continuación de nuestro proceso de consolidación como empresa. Es decir:

  • ¿ Cuales son nuestros objetivos de ventas? ¿ Cuánto me cuesta producir cada unidad?
  • ¿ Cuales son mis Gastos Fijos?
  • ¿ Qué inversiones necesito para llevar a cabo la actividad? ¿ A cuánto ascienden los gastos por amortizaciones?
  • ¿ Qué resultados tendré bajo estas hipótesis? ? ¿ Cual sería mi EBITDA?

Segunda parte: Formulación de Hipótesis sobre la Cuenta de Resultados

Una vez establecido el escenario más probable de cómo vamos a llevar a cabo nuestro modelo de negocio, debemos establecer posibles escenarios. Un escenario pesimista y otro optimista , además del escenario base. Sobre estos escenarios vamos a construir cómo afectará a nuestra cuenta de resultados oscilar al alza o a la baja de las distintas magnitudes que la componen:

  • ¿ En cuánto afectará a mi Cuenta de Resultados una caída de las Ventas ?
  • ¿ Cómo perjudicará a mi Cuenta de Resultados un incremento en el precio de la materia prima ?
  • ¿ Qué importe mejorará mi Cuenta de Resultados una reducción de mis gastos fijos ( personal, marketing, etc..)?
  • ¿ Cómo condicionará mi Cuenta de Resultados unas mayores necesidades de inversión en activos fijos?

Tercera parte: Formulación de Hipótesis sobre Inversiones.

A continuación tendremos que calcular las inversiones necesarias para llevar a cabo la actividad. Cuando hablamos de inversiones, no solamente nos referimos a la inversiones en activos fijos (maquinaria, instalaciones, mobiliario, ordenadores,etc..). Estas inversiones son la denominadas estratégicas.

Por otro lado tenemos las inversiones operativas, las del día a día. Las Necesidades Operativas de Fondos, o las NOF. Son aquellas que debemos levar a cabo para poder funcionar en nuestra operativa diaria y no se les presta toda la atención que requiere:

  • ¿ A qué plazo me van a pagar los clientes las ventas que hemos previsto? ¿ Qué ocurriría si se retrasan en el pago?
  • ¿ Cuando le voy a pagar a mis proveedores conforme las compras que necesitamos? ¿ Qué pasaría si me cambian las condiciones inicialmente pactadas?
  • ¿ Cuantas existencias necesito en el almacén para no desatender a mis clientes? ¿ Y si me suben las Ventas y necesito más stock?
  • ¿ Cuanto dinero en efectivo necesito para mi día a día?

Estas necesidades de inversión operativa se añaden a la inversiones en activos fijos (CAPEX). De este modo ya tendremos nuestras necesidades totales de inversión.

Cuarta parte: Financiación y Coste del Capital.

Ya que sabemos todo lo que necesitamos, es el momento de saber de dónde lo vamos a sacar. Es decir, quien lo va a financiar. Siendo prácticos, las empresas se financian básicamente de dos maneras: o lo aportan los accionistas o lo pedimos prestado y lo aporta un tercero ( bancos fundamentalmente).

Debemos saber que, independientemente de quien lo aporte, esta financiación tiene un coste. En el caso de los accionista sería su retribución , es decir, la rentabilidad que el accionista le va a exigir a su capital aportado. En el caso de los prestadores, el tipo de interés que nos van a cobrar por el préstamo o financiación.

Este apartado requiere de un análisis en profundidad por parte del Director Financiero. Deberá estudiar en impacto en la tesorería el hecho de la devolución de la Deuda y /o reparto de dividendos. Conseguir el mínimo coste del capital posible será otro de los objetivos del Director Financiero de la empresa.

El Director Financiero deberá establecer la proporción de Deuda/ Fondos Propios ( Mix de financiación ) adecuada al menor coste posible.

Quinta parte: Cuadro de Mando y simulación.

Ha llegado la hora de ver los resultados de nuestra modelización. Junto a las hipótesis que hemos planteado en los pasos anteriores, definiremos nuestro Cuadro de Mando Económico Financiero con los indicadores clave. Los indicadores clave serían los siguientes:

  • Cuadro de Mando Económico:
    • Rentabilidad Económica
    • Crecimiento de las ventas
    • Margen sobre ventas
    • Apalancamiento Operativo
    • Punto de Equilibrio
  • Cuadro de Mando Financiero:
    • Rentabilidad Financiera
    • Endeudamiento
    • Rotación de Activos
    • Apalancamiento Financiero
    •  Solvencia

Una vez que hemos establecido los escenarios a lo largo de la confección de nuestro Plan Financiero, podremos ver cómo fluctúan los indicadores ante cambios en las distintas magnitudes. A modo de ejemplo, podemos plantear las siguientes preguntas:

  • ¿ Cuánto crecería la Rentabilidad Financiera ante una caída del 5% del EBITDA?
  • ¿ En que % mi solvencia se verá comprometida si los proveedores me exigen pagarles a 30 días en lugar de a 45?
  • ¿ A partir qué año puedo repartir dividendos sin comprometer la estructura Financiera de la Empresa?

Una vez llegados a este punto, podremos re-enfocar o pivotar nuestro modelo de negocio. Todo es cuestión de tener bien planteado el modelo y conocer las relaciones causa-efecto de los distintos escenarios posibles.

Un saludo.